La vivienda principal, distribuida en una planta, cuenta con 120 m² construidos y se encuentra en buen estado de conservación. Dispone de un acogedor salón con chimenea, tres dormitorios, un baño, cocina independiente totalmente equipada, dos armarios empotrados, despensa, trastero, y una terraza de 15 m² perfecta para disfrutar de las vistas al campo. Además, incluye un carpor y aire acondicionado.
Como equipamiento adicional, la propiedad cuenta con alberca (en lugar de piscina), zona ajardinada, barbacoa, vídeo-portero, alarma de intrusos, servicio de vigilancia, antena parabólica y agua caliente por gas butano.
Uno de los grandes atractivos de esta finca es su zona de frutales (naranjos, aguacates, granados, nísperos, entre otros), gallineros, y una casita de aperos de 35 m² con baño, perfecta como espacio adicional o de almacenaje. También incluye sótano con bodega y almacén.
La finca no es hipotecable, pero representa una gran oportunidad para compradores que buscan un entorno rural consolidado y funcional, con todos los servicios básicos cubiertos (agua, luz, gas, WiFi), en una ubicación inmejorable.